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¿POR QUÉ DESPARASITAR
A TU MASCOTA?

Las parasitosis pueden provocar graves daños en la salud de nuestras mascotas. Y además afectar el bienestar y la calidad de vida. Como si esto fuera poco, algunos de estos parásitos pueden ser contagiados a los humanos o a otros animales domésticos.

Parasitosis interna:

Dentro de esta categoría hay los “gusanos” intestinales en general, pero también los hay pulmonares o en otros órganos.
Los cachorros nacen parasitados, TODOS sean de raza o mestizos, vengan de una casa, criadero o de la calle. Esto es así ya que por un mecanismo de supervivencia los parásitos en una etapa de su fase de reproducción se enquistan en la glándula mamaria de los huéspedes, es decir de nuestras mascotas, y se mantienen ahí “escondidos” en el estado de latencia o resistencia en donde el huésped NO

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enferma pero tampoco se puede eliminar con el antiparasitario.
Así cuando una mascota se queda preñada y está próxima a parir, estos parásitos se reactivan y viajan por la glándula mamaria hasta ser transmitidos a los cachorros.

TODOS los cachorros nacen parasitados y hay que desparasitarlos.
Se recomienda hacerlo a partir de los 30 días de vida y durante toda la vida de la mascota, según criterio del veterinario de cabecera.
Él recomendará frecuencia, dosis y vía de administración según la especie, la edad, la raza, patologías existentes y en lo personal, hasta en el carácter de la mascota.

Una cosa muy importante a tener en cuenta y que muchas veces falla es que se debe desparasitar en simultáneo, es decir el mismo día A TODOS LOS ANIMALES DE LA CASA.

 

Los antiparasitarios que se puede suministrar a la mascota son comprimidos vía oral, pipetas y collares.

Signos clínicos de una mascota adulta que indican que puede haber una parasitosis:

  • Pérdida de peso

  • Diarreas intermitentes o continuas

  • Vómitos frecuentes

  • Pelo hirsuto

  • Flatulencias

  • Hinchazón abdominal

  • Tos

  • En muchos casos las parasitosis son asintomáticas por lo que la desparasitación se debe hacer durante toda la vida aunque no tenga signos clínicos.

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Parasitosis Externa:

Dentro de esta categoría hay pulgas, garrapatas, mosquitos y ácaros.

Estos parásitos se encuentran por lo general en la piel de la mascota. Las pulgas y garrapatas se ven macroscópicamente mientras que los ácaros no, pero se pueden detectar a partir de signos clínicos como puede ser picazón generalizada o localizada excesiva, falta de pelo, costras en la piel, anemia, déficit de coagulación, entre otros.
Estos ectoparásitos no solo le pican a nuestra mascota y molestan sino que le transmiten enfermedades de mucha gravedad sistémica como ehrlichia, hepatozoon, mycoplasma, Leishmania infantum y filariosis o enfermedad del gusano del corazón. Si tienes dudas sobre si tu mascota puede tener alguna de estas enfermedades no dudes en solicitar un turno y chequearlo con tu veterinario.
Los antiparasitarios que se puede suministrar a la mascota son pipetas, collares de larga duración, spray tópico y comprimidos vía oral.
Una última cosa a considerar es el tratamiento ambiental como: buenos hábitos de higiene, lavado de manos, higiene ambiental en los patios, las áreas de casa y los pisos. Retirar las heces de nuestro perro inmediatamente luego de que defeca, NO dejarlo comer restos de alimentos crudos o de la basura. Más que tratar las infestaciones, hay que evitarlas. Así, protegeremos a la mascota y a toda la familia.

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