¿POR QUÉ PONER EL MICROCHIP A TU MASCOTA?
Empezó a implantarse en algunas regiones europeas en los años 90. Sus beneficios calaron enseguida entre veterinarios e instituciones relacionadas con el mundo animal. Hoy es considerado el método más eficaz para la identificación de animales. A escala mundial, numerosos gobiernos han decretado leyes para hacer obligatorio su uso. Hablamos, claro está, del microchip o chip, como se le conoce coloquialmente, un diminuto dispositivo, mediante el cual es posible localizar a nuestro querido perro o gato extraviados.
¿Qué es exactamente el chip?
Se podría decir que el chip es a los perros y gatos lo que el DNI es a las personas.
En líneas generales, se trata de un pequeño sistema electrónico de identificación de animales, formado por dos partes: el microchip propiamente dicho y la cápsula que lo cubre.
La cápsula, del tamaño de un grano de arroz, es de un cristal suave y biocompatible, es decir, no provoca alergia. Tiene una duración aproximada de veinticinco años, lo que significa que se coloca una sola vez en la vida del animal. Esta cápsula incluye un código numérico único en su interior, de nueve dígitos y cuatro letras, que puede ser revelado a los expertos mediante un lector
especial. A partir de este código, los veterinarios, protectoras y otras entidades autorizadas
acceden a los datos asociados al mismo a fin de localizar a los dueños de los animales.
Esta información asociada queda registrada en la base de datos del censo de animales de compañía de cada comunidad autónoma, donde se guarda el historial relativo a cada chip: nombre del dueño, dirección, teléfonos de contacto, nombre del perro o gato, etc.
Recuerda:
-
El código de identificación es único y será el mismo durante toda la vida del animal.
-
Cualquier cambio de datos debe comunicarse al veterinario para que los actualice: de propietario, de ciudad, de país, de domicilio, de teléfono, etc.
-
El propietario del perro o gato es la persona que figura en la base de datos y el responsable de los daños que los animales pudieran causar a terceros.
-
Nuestros canes y felinos deben estar inscritos
en el Ayuntamiento; para censarlos, nos pedirán nuestro DNI, la cartilla veterinaria del perro o gato y el comprobante de alta en el Archivo de Identificación de Animales de Compañía.
¿Para qué sirve?
Además de la finalidad de encontrar a nuestro perro o gato perdido, que ya es mucho, el chip aporta numerosas ventajas añadidas, tanto a las personas como a los animales.
Veamos unas cuantas:
-
Confirmar quién es el titular del animal: podemos asegurar que somos los titulares del perro o gato reencontrado; el microchip nunca engaña, es imposible falsear sus datos.
-
Acceder a nuestros datos: si perdemos a nuestro perro o gato, los veterinarios, las protectoras y autoridades, como el Servicio de Protección a la Naturaleza (SEPRONA), pueden acceder a nuestros datos, mediante un lector de chip.
-
Reducir o evitar el abandono: dado que la ley castiga con sanciones a las personas que abandonan o maltratan a un animal, con el chip puede probarse quién es el responsable o irresponsable de un perro o gato víctimas de vejaciones.
-
Controlar sanitariamente a la población animal: en un determinado municipio o región.
-
Comprobar la identidad: del asegurado, en un hospital o clínica veterinaria de su cobertura.
-
Facilitar el registro: de historias clínicas a los veterinarios.
-
Evitar robos y estafas: con los animales bien identificados se hace más difícil el robo y la estafa, ya que los delincuentes llevan consigo al minúsculo cuerpo del delito, que es el chip y que revelará ante la ley toda la verdad.
¿Cómo se implanta?
Te lo explicamos en 7 puntos
1. Proceso de implantación del chip: siempre lo llevará a cabo un veterinario.
2. En el cuello del animal: por regla general, el chip se implanta en el cuello del perro o gato, bajo la piel, pero también puede colocarse en la oreja, según sea el tamaño del animal; el veterinario introducirá la cápsula en el cuerpo del perro o gato, con la ayuda de un inyector que, mediante un émbolo, la empujará una vez haya
atravesado la piel.
3. Edad recomendada: para la implantación del chip en un perro o gato, la edad habitual se sitúa entre el mes y medio y los dos meses, coincidiendo habitualmente con la vacuna de la rabia. A partir de los dos meses, puede implantarse a cualquier edad.
4. Cero reacciones: debemos estar tranquilos por nuestro perro o gato, puesto que las cápsulas que albergan el microchip no producen alergias ni otros efectos secundarios.
5. Pocas molestias: los animales apenas notarán dolor, pues se pone como si se tratara de una vacuna, pero algunos son más sensibles o simplemente más quejicas que otros y pueden hacer un drama de algo que, por lo general, no es para tanto.
6. Registrado en el censo: tras la implantación del chip, tu perro o gato quedará oficialmente registrado en el censo de animales de tu comunidad.
7. Si el chip se mueve: generalmente, el chip no suele causar problemas, pero si se mueve del lugar de implantación original, deberemos llevarlo al veterinario para que lo revise.
Lector de chip de perros y gatos:
Estos aparatos lectores, también llamados escáneres, están diseñados especialmente para leer el microchip subcutáneo en perros y gatos.
Su funcionamiento es sencillo: se pasa el lector a lo largo del cuerpo del animal y en el momento en que se acerca al microchip, aparece en la pantalla el código de quince dígitos con el que se verifica la identidad del animal.
Ponle el chip a tu perro o gato: ¿es justo y necesario?
En España, la ley obliga a identificar a todos los animales de compañía y sanciona con multas a los propietarios que no cumplen con este reglamento. Ni siquiera los gatos, que apenas salen de casa, se libran de la imposición.
Por tanto, si tienes un gato o un perro, debes ponerles el chip, no sólo por miedo a las multas sino sobre todo por vuestro bien.
La Comunidad de Madrid fue la primera en obligar a identificar a perros y gatos con el microchip.
Paulatinamente, se han ido sumando otras comunidades autónomas.
Actualmente, en España, el control de animales de compañía ha crecido considerablemente, respecto al de hace dos décadas, aunque todavía no llega a ser el ideal.
¿Qué hago si pierdo o me roban a mi perro o gato?
Primero, confirmar la desaparición del animal, luego acudir a los diversos organismos que se encargan de estos asuntos:
-
Policía Local
-
Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA)
-
Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC)
Documentos que tendrás que presentar:
-
Número de chip
-
Nombre de tu perro o gato
-
Tus datos personales
-
Fecha y lugar de la desaparición de nuestro perro o gato
Teléfonos a los que llamar si pierdes tu gato o tu perro con chip:
-
Andalucía: 954 41 03 58
-
Asturias 985 21 29 07
-
Canarias 928 296 959 – 922 226 203
-
Cataluña 934 18 92 94
-
Madrid 915 64 54 59
-
Navarra 948 22 00 72
-
País Vasco 941 29 11 00
-
Valencia 902 151 640
-
Otras zonas: AVEPA – AIAC. Tels. 934 18 92 94 – 902 170 401